HISTORIA
El primitivo lugar donde se veneraba y recibía culto, desde tiempo inmemorial, la Santísima Virgen de la Paz era en la Iglesia de “San Juan Evangelista o de Letrán”. Esta Iglesia, hoy desaparecida, se ubicaba al borde del Tajo, en la actual Plaza del Campillo o de Mª Auxiliadora. En dicha Iglesia los musulmanes rondeños habían tolerado el culto cristiano a los mozárabes residentes en la ciudad de Ronda. Es en 1485 cuando, con la reconquista de la Ciudad de Ronda por los Reyes Católicos, pasa a formar parte, como Parroquia auxiliar, de la Parroquia de Santa María la Mayor.
En el año 1540 D. Francisco de Morales, regidor de la ciudad de Ronda, y su esposa Dña. Juana de Medina ven la necesidad de fundar una nueva Iglesia. El motivo es debido a que la Iglesia era de edificación vieja y deteriorada, combatida de continuo por las fuertes lluvias y vientos frecuentes en esa ladera del Tajo. Se busca, por consiguiente, un lugar mas resguardado y seguro, decidiéndose construir la nueva Iglesia en el lugar donde hoy se encuentra el Santuario de Ntra. Sra. de la Paz, si bien el tamaño de dicha Iglesia no sería de gran dimensión, presentando un aspecto similar a una ermita. Se traslada a ella las hermandades e imágenes veneradas en la antigua Iglesia, ocupando la Imagen de Ntra. Sra. de la Paz el lugar preferente en el altar mayor. Este nuevo templo llevaría el título de “Iglesia de la Santa Vera Cruz y Sangre de Cristo y de San Juan de Letrán”.
En 1548 se solicita a Roma la incardinación o hermanamiento de la Iglesia de San Juan de Letrán de Roma con la de Ronda. La respuesta afirmativa convierte nuestra Iglesia en un lugar de privilegio espiritual, ya que cuantas gracias e indulgencias tiene concedida la Iglesia Metropolitana de Roma se conceden igualmente al templo rondeño.
Durante el siglo XVII se produce un extraordinario auge de la devoción de Ntra. Sra. de la Paz, tanto en Ronda como por toda la Serranía, así como más allá de los límites de la comarca rondeña. A juzgar por los testimonios de la época, las gentes serranas acuden a la Iglesia a colocar sus exvotos para agradecer a la Virgen de la Paz las numerosas gracias que concede por doquier. Durante este periodo fueron numerosos los rondeños y serranos que se vieron obligados a emigrar por motivo de trabajo, llevando consigo la devoción a la Virgen de la Paz a los lugares más insospechados de España y América, desde donde enviaban relación de las gracias concedidas por mediación de la Virgen de la Paz.
El aumento de la devoción a Ntra. Sra. de la Paz hace que la Iglesia resulte cada vez más pequeña para la cantidad de fieles que, a diario o en las solemnidades, se acercan a Ella. Estas circunstancia llevan a tomar la decisión de ampliar la Iglesia. Para ello se decide, a comienzos del S. XVIII, demolerla casi en su totalidad y construir una nueva en la misma ubicación que, con el tiempo, pasaría a llamarse Santuario de Nuestra Señora de la Paz, si bien continuó conservando el título de Iglesia de San Juan de Letrán.
Esta ampliación, considerada como obra del pueblo, se llevó a cabo gracias a la gran aportación popular, así como a la contribución de señores de capacidad económica desahogada como D. Juan de Rivera y D. Francisco de Esquivel, los cuales se volcaron en la ayuda a este trabajo de mejora y decoración. Esta nueva Iglesia es exactamente la misma en la que actualmente se venera a Ntra. Sra. de la Paz, quedando el recuerdo de la anterior en la fachada y en la espadaña en ángulo.
La decoración y el mobiliario -del S. XVIII- fueron también obsequio popular. En esta tarea de mejora y embellecimiento del nuevo templo ampliado jugó un papel importantísimo el Beato Fray Diego José de Cádiz, sumamente afanado en la mejora del Santuario. De su empeño surgió el retablo mayor y los dos laterales que se encuentran en el Altar, los cuadros que cubrían las paredes, los ornamentos sagrados para las ceremonias, etc. Parte de este patrimonio artístico fue destruido durante la II República (1931-1936) y, especialmente, durante la Guerra Civil (1936-1939)
El día 24 de octubre de 1893 Mons. Marcelo Spinola, Obispo de Málaga, cede a la Congregación de las Esclavas Concepcionistas del Divino Corazón de Jesús el uso y custodia del Santuario de Ntra. Sra. de la Paz con todas sus pertenencias. Como reconocimiento a este trabajo y entrega en servicio del Santuario, el 10 de abril de 1935 el Sr. Obispo de Málaga, Mons. Manuel González y García, nombra Camarera de la Stma. Virgen de la Paz a la Madre Superiora de la Comunidad que lo fuere en cada momento.
Nuestra Hermandad de la Aurora tiene establecida su Sede Canónica en el Santuario de Ntra. Sra. de la Paz, donde comparte el culto con las hermandades que también se encuentran incardinadas, como son la Hermandad de Ntra. Sra. de la Paz, la Hermandad del Ecce-Homo y la Hermandad del Stmo. Cristo de la Sangre.
ESTUDIO TÉCNICO – ARTÍSTICO
El diseño del Santuario de Ntra. Sra. de la Paz (Iglesia de San Juan de Letrán) data de principios del S. XVIII. Se encuentra ubicado en el casco antiguo de la Ciudad de Ronda, en la Plaza Beato Diego José de Cádiz, colindando con la Comunidad de Esclavas Concepcionistas del Divino Corazón de Jesús, quienes ostentan su custodia.
El templo es una nave de veinticinco metros de longitud por siete y medio de anchura. Está cubierto por una bóveda de cañón con lunetos, atravesada por cuatro arcos fajones más el arco triunfal. Adornados en su intradós estos arcos con cajetones engarzados formando cadena, el arco triunfal presenta, además, la leyenda “Mi providencia y tu fe han de tener esto en pie” y el título de “Nuestra Señora de la Paz, Patrona de Ronda”. Tanto en la bóveda como en los lunetos se emplean como ornamentación baquetones mixtilíneos, placas y rocallas en dorado, que dan al templo una grata impresión barroca de alegre variedad.
Altar Mayor.
El Altar Mayor es el lugar donde se encuentra ubicado el camarín de Ntra. Sra. de la Paz. El retablo es de estilo churrigueresco, y supone un derroche de decoración de rocalla con profusión de espejos y excesiva abundancia de elementos ornamentales. Se observa la presencia de dos torres laureanas (Torre de David y Torre de Marfil) y cuatro imágenes que corresponden con San José, Santa Teresa de Jesús, San Luis Rey y el Beato Marcelo Spínola.
En la parte superior y más alta del retablo se encuentra la cruz de San Juan de Letrán, y un poco más abajo se aprecia a Santa Elena, la cual abraza la cruz con el brazo izquierdo y sostiene en la derecha, junto con tres clavos -y de forma anacrónica- un rosario de gruesas cuentas. Se refleja así, a un mismo tiempo, la incardinación que la Hermandad de la Santa Vera Cruz y la Hermandad del Santísimo Rosario tenían en la Iglesia de San Juan de Letrán. En la parte central del retablo de Ntra. Sra. de la Paz se encuentra el escudo de nuestra Hermandad del Santísimo Rosario de Ntra. Sra. de la Paz y Ntra. Sra. de la Aurora (La Aurora), el cual presenta forma de sol y recoge en su interior el anagrama “Hermandad del Rosario, Ave María”. El hecho de que el escudo de la Hermandad fuese ubicado en la zona más destacada del altar mayor indica el enorme peso que en la ejecución del retablo debió tener la misma.
El Camarín.
El Camarín de Ntra. Sra. de la Paz presenta planta cuadrada y está cubierto por una bóveda de media naranja recargada de decoración tallada. En su tramo superior, las paredes conservan, entre decoración de rocalla y espejos, pinturas murales que hacen directa alusión al Canto de la Aurora de los Auroreros. Encontramos, por ejemplo, pinturas de una fuente, unos lirios, un pozo y una palma, en referencia a la Salve a la Aurora. El pozo, además, hace referencia al milagro por el que la Virgen de la Paz resucitó al Sacristán del Santuario D. Alonso del Campo, después de caer a un pozo mientras socorría a una pobre mujer. Igualmente, otras pinturas como la estrella del norte o el cuadro con la Rosa de Jericó, el Arco Iris que la Paz anuncia, la Paloma inocente nacida en el fuego de la caridad y el Sol de Justicia, reflejan los temas de las coplas de la Aurora.
En la pared derecha del camarín está expuesta la ropa interior de la Stma. Virgen de la Paz que en los años 1787 y 1788 apareció inexplicable y milagrosamente manchada de sudor. Junto a ella se exhibe la declaración jurada de los testigos del suceso. A los pies de la Virgen se halla la urna de plata con los restos del Beato Fray Diego José de Cádiz.
En el camarín de Ntra. Sra. de la Paz se encuentran los restos mortales del que fuera sacristán del Santuario, D. Pedro González Rojas, quien, gracias a su valerosa intervención, logró evitar la destrucción de la imagen de la Virgen de la Paz durante la Guerra Civil Española. Además, bajo el camarín de la Virgen de la Paz se encuentran sepultados los restos mortales de los Auroreros D. Bartolomé de Esquivel, D. Bartolomé Gago y D. José de Ahumada, quienes fueron Hermanos Mayores de la Hdad. de la Aurora durante el siglo XVIII.
Retablos del Sagrado Corazón y de la Inmaculada.
En los laterales del Altar del Santuario se encuentras dos retablos. A la izquierda el del Sagrado Corazón, y a la derecha el de la Inmaculada. Ambos retablos presentan alegorías de la Pasión como son el martillo, las tenazas y los tres clavos. El motivo de dichos símbolos es debido a que en sus orígenes, dichos retablos fueron concebidos para venerar al Santísimo Cristo de la Sangre y a la Santa Vera Cruz. La imagen del Cristo de la Sangre, del imaginero sevillano Pedro Duque Cornejo del año 1737, aún sigue recibiendo culto en el Santuario en un emplazamiento distinto.
Capillas del Beato Fray Diego y de Ntro. Sr. Ecce Homo.
En los muros laterales de la Iglesia existen dos capillas, una a cada lado. La de la derecha está dedicada al Beato Fray Diego José de Cádiz. Dicha capilla fue erigida en el año 1895 (un año más tarde a la Beatificación de Fray Diego) por la Real Maestranza de Caballería de Ronda, de la cual Fray Diego fue Maestrante y Capellán. En su origen dicha capilla estaba presidida por una imagen del Beato y la urna de plata con sus restos. En la actualidad solo se encuentra la imagen, ya que los restos se encuentran en el camarín a los pies de la Virgen de la Paz.
La capilla de la izquierda está dedicada a Nuestro Señor Ecce Homo o Señor de la Escala. Dicha capilla presenta una extraordinaria originalidad debido a la escalinata de 28 escaloncillos de madera que dio nombre popular al Señor de la Escala. La imagen mariana de esta Hermandad del Ecce Homo, Ntra. Sra. del Buen Amor, se venera igualmente en el históricamente conocido altar de San Felipe Neri, que se encuentra a la derecha de la entrada al Santuario.