Escudo Hermandad Aurora
Canto de la Aurora

El Canto de la Aurora es una arraigada tradición de la ciudad de Ronda (Málaga) que constituye desde tiempo inmemorial el culto principal y el fin esencial de la Hermandad del Santísimo Rosario de Ntra. Sra. de la Paz y Ntra. Sra. de la Aurora, conformando un claro y evidente rasgo de religiosidad popular y manifestación cultural.

Los hermanos de la Hermandad, denominados “Los Auroreros”, se reúnen cada último domingo de mes a las 6:30 horas de la mañana para cantar alabanzas a la Virgen María, en su advocación de Paz y Aurora. Cada mes lo hacen desde una parroquia distinta de la ciudad, recorriendo durante una hora y media las calles de la barriada cantando.

En este sentido, es considerado tradicionalmente que los Auroreros ejercen una labor de apostolado, como pregoneros públicos de María y propagadores del Santo Rosario, llamando a los fieles y devotos, a través de los cánticos, para que acudan al rezo del Rosario, manteniéndose así una tradición arraigada en la ciudad de Ronda durante siglos, con orígenes en tiempos mozárabes, y que constituye un claro componente religioso, pero, también, cultural, artístico, histórico y folklórico.

Canto de la Aurora

 

En cuanto a la liturgia y al ritual, el Canto de la Aurora se inicia en la puerta de la Iglesia parroquial que corresponda, con un rezo inicial dirigido por el Hermano Mayor, en donde se reza un Padrenuestro, un Avemaría, un Gloria y, por último, se pide por las intenciones particulares de cada uno de los integrantes. Tras ello, se da comienzo al canto de los distintos tonos y letras.

Cada vez que se interpreta un tono, al finalizar el Hermano Mayor dice: ¡Ave María Purísima!; a lo que los restantes hermanos contestan: En Gracia Concebida. Tras ello, el grupo continúa su caminar en respetuoso silencio por las calles rezando una Avemaría e intercalando cada uno de los tonos, hasta finalizar de nuevo en la puerta de la Iglesia Parroquial.

Al término, se realiza una oración final y los Auroreros acuden al Santuario de Ntra. Sra. de la Paz a las 8:00 h. para rezar el Santo Rosario y celebrar Santa Misa a las 8:30 h, puesto que, como se ha dicho, el fin de realizar el Canto de la Aurora, aparte de alabar a la Virgen, es el de llamar y despertar, a través de los cánticos, a los fieles devotos para que acudan al rezo del Santo Rosario.

En cuanto a la indumentaria, los Auroreros van ataviados con la clásica Capa Española y portando la medalla de la Hermandad, así como acompañados por la luz de un farol, el cual en los orígenes era imprescindible para guiarles de noche y que, ahora, se convierte en un símbolo más de la tradición heredada. Los instrumentos utilizados para el canto son los siguientes: Campanillas de bronce -que es el instrumento fundamental que otorga a la música un aspecto más esencial y característico-, címbalos o platillos de bronce, triángulo, tamboril, guitarra, y pandero; que solo es utilizado en el tiempo de adviento y Navidad.

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Los cánticos están compuestos por un total de quinientas coplas/letras que son entonadas por dieciocho tonos distintos, a lo que se le denominan “Cantos de Alabanzas” o “Divinas Alabanzas”.

Las letras a entonar a lo largo del año varían en función del tiempo litúrgico, y el nombre de los tonos son los siguientes: Ligerilla, Remontillo, Sanlúcar, Juan Gallego, Bartolomé Gago, Juan Ruiz, Montellano, Bartolomé Esquivel, Morón o Tono Rey, Campanilleros, Ánimas, Pasión, Navidad, Ecijareña, Eucaristía, Salve a la Aurora, Salve a la Inmaculada, Salve de Pasión y Salve de Gozos.

Los nombres de dichos tonos son por los que histórica y tradicionalmente se les conoce, sin poderse especificar el motivo de cada uno de ellos, si bien, a algunos, se le ha dado el nombre de distintos hermanos Auroreros del S. XVIII, como es el caso de los tonos de “Bartolomé Gago” o “Bartolomé Esquivel”.

Muchos de los tonos y letras son de origen mozárabe y, la mayoría, han llegado a nosotros, fundamentalmente, a través de la transmisión oral y por otros muy diversos modos.

La gran mayoría de ellas, fueron conservadas desde tiempos muy remotos en el archivo histórico de las R.R.M.M. Esclavas Concepcionistas del Sagrado Corazón (Ronda), guardianas del Santuario de Ntra. Sra. de la Paz, y cuyo convento se encuentra anexado a dicho Santuario. Igualmente, otras tantas fueron conservadas en el archivo histórico del convento de las hermanas Franciscanas, así como en el de las hermanas Clarisa de Ronda.

Se desconoce la autoría de las mismas, si bien, muchas de ellas fueron compuestas por el Beato Fray Diego José de Cádiz, quien fue gran devoto de la Virgen de la Paz y gran cronista del Canto de la Aurora, gracias a su libro de Devota Novena a la Virgen de la Paz de 1.791, motivo por el cual fue nombrado por nuestra Hermandad Hermano honorario.

Respecto al contenido de las letras, son muy amplias y diversas, siendo la temática fundamental las alabanzas a la Virgen, en su advocación de Virgen de la Paz y Virgen de la Aurora, y el Santo Rosario; además de otras temáticas como Obras de Misericordia, Ánimas, Sacramento, Adviento, Navidad o Pasión, entre muchas otras.

Además del propio Canto de la Aurora durante las madrugadas, los Auroreros también entonan sus Cantos de Alabanza en la Festividad de Ntra. Sra. de la Paz, Patrona y Alcaldesa Perpetua de Ronda, el día 24 de enero, así como en la Solemne Salida Procesional de Ntra. Sra. de la Aurora, el último sábado de septiembre, en donde, además, se lleva a cabo un encuentro de Campanilleros o Auroros de otras localidades andaluzas.

Procesión de Nuestra Señora de la Aurora Santuario de la Virgen de la Paz